Ahí está el
mago sin galera ni conejo,
esparciendo
su arte por la ciudad
Ella sonríe
y él la mira con su mayor cara de tonto
Lentamente
se desdibujan el bar, el día y la gente
Son ellos
dos
Desapareció
el mundo
El mago lo
hizo otra vez
La nena se
convirtió en mujer
Ese abrazo alegró la tarde del viejo solitario
Un te
quiero modificó la rutina del empresario distante
El mago lo
hizo otra vez
La vida es
maravillosa,
si le
prestamos atención.
Quedáte. No
corras
¡Hay tanta
magia al mirar!